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miércoles, 18 de agosto de 2010

El Cabron

 

 

 

 


Fotos realizadas en La Playa del Cabron (Arinaga)
Posted by Picasa

Datos de inmersión Kalais



Tiene el tamaño de un campo de fútbol, está a un cuarto de hora de Las Palmas de Gran Canaria y para visitarlo entero hay que hacer varias inmersiones, eso sí, no muy complicadas, El Kalais lleva hundido casi tres décadas y aún se conserva en muy buen estado.

Este carguero construido en astilleros griegos lleva casi 30 años sumergido frente a las costas de la capital Gran Canaria. Allá por el año 78, después de abrirse una vía de agua que llegó a la carga, sacos de cemento, situada en la proa hizo que se hundiera. Esta circunstancia desgraciada para el armador, ha permitido a los buceadores disfrutar de un enorme pecio posado en el fondo con una verticalidad perfecta.

Las medidas de este pecio son: 110 metros de eslora (como un campo de fútbol), uno de los más grandes de Canarias, 24 de manga y 18 de puntal. La profundidad de la arena se sitúa a 33 metros y su cubierta a 22.

Desde el muelle deportivo de la capital saliendo a la izquierda se tardan no más de 15 minutos en alcanzar el punto de inmersión de una dificultad mínima. Según vamos bajando por el cabo empezamos a ver dos impresionantes figuras que representas las chimeneas del barco. Esta vez hemos tenido suerte y la visibilidad es bastante buena (unos 15 metros). Hoy en día con las obras de ampliación del muelle han provocado que la visibilidad no sea de las mejores. A pesar de ello podemos vislumbrar el enorme tamaño de este pecio.
Desde mitad del barco y mirando hacia supererficie podemos apreciar cuan grandes son sus chimenea. Debido a sus dimensiones es fácil acceder al interior del barco para poder ver su carga, además de algunas dependencias. Una vez en el fondo de arena, algo separados del barco, podemos ver la dimensión descomunal de la proa. Es impresionante cómo ha podido quedar el barco en una posición vertical perfecta. Da la impresión que de un momento a otro va a zarpar. Otro de los detalles que sorprenden en este carguero es el buen estado de conservación.

Durante toda la inmersión nos vemos acompañados por las omnipresentes fulas además de un espectacular banco de bogas. La vida no es demasiado abundante, aunque de vez en cuando nos puede sorprender algún que otro pelágico, barracudas y chuchos. En su casco podemos también encontrar morenas y escórporas.
Tiene el tamaño de un campo de fútbol, está a un cuarto de hora de Las Palmas de Gran Canaria y para visitarlo entero hay que hacer varias inmersiones, eso sí, no muy complicadas, El Kalais lleva hundido casi tres décadas y aún se conserva en muy buen estado.

Este carguero construido en astilleros griegos lleva casi 30 años sumergido frente a las costas de la capital Gran Canaria. Allá por el año 78, después de abrirse una vía de agua que llegó a la carga, sacos de cemento, situada en la proa hizo que se hundiera. Esta circunstancia desgraciada para el armador, ha permitido a los buceadores disfrutar de un enorme pecio posado en el fondo con una verticalidad perfecta.

Las medidas de este pecio son: 110 metros de eslora (como un campo de fútbol), uno de los más grandes de Canarias, 24 de manga y 18 de puntal. La profundidad de la arena se sitúa a 33 metros y su cubierta a 22.

Desde el muelle deportivo de la capital saliendo a la izquierda se tardan no más de 15 minutos en alcanzar el punto de inmersión de una dificultad mínima. Según vamos bajando por el cabo empezamos a ver dos impresionantes figuras que representas las chimeneas del barco. Esta vez hemos tenido suerte y la visibilidad es bastante buena (unos 15 metros). Hoy en día con las obras de ampliación del muelle han provocado que la visibilidad no sea de las mejores. A pesar de ello podemos vislumbrar el enorme tamaño de este pecio.
Desde mitad del barco y mirando hacia supererficie podemos apreciar cuan grandes son sus chimenea. Debido a sus dimensiones es fácil acceder al interior del barco para poder ver su carga, además de algunas dependencias. Una vez en el fondo de arena, algo separados del barco, podemos ver la dimensión descomunal de la proa. Es impresionante cómo ha podido quedar el barco en una posición vertical perfecta. Da la impresión que de un momento a otro va a zarpar. Otro de los detalles que sorprenden en este carguero es el buen estado de conservación.

Durante toda la inmersión nos vemos acompañados por las omnipresentes fulas además de un espectacular banco de bogas. La vida no es demasiado abundante, aunque de vez en cuando nos puede sorprender algún que otro pelágico, barracudas y chuchos. En su casco podemos también encontrar morenas y escórporas.